Con una personalidad sugerente y cautivadora, este vino rosado presenta una versatilidad irresistible a la hora de ensalzar toda clase de delicias gastronómicas; como arroces marineros, queso azul, salmón ahumado, vieira al azafrán, carpaccio de atún o pollo ahumado, salazones con frutos secos…
Con una imagen elegante y sofisticada, la botella lleva el popular tapón de cristal de los blancos y rosados HABLA que favorece la reutilización del envase.
Sus tonos rosáceos, sutiles y evocadores, nos traen a la memoria la luminosidad de un pálido y romántico atardecer.
Expresión exuberante y fresca, con recuerdos de frutas rojas como la grosella, junto a fragancias de lavanda y delicados matices de otras flores…aparecen ligeros toques de amapolas y violetas.
Como colofón a su explosividad aromática, la entrada en boca es sedosa y de amplio recorrido, marcando una tensión frutal que aporta frescura y vivacidad, ambas prolongadas en el tiempo gracias a su grata persistencia, que nos invita a otro sorbo placentero.