La variedad se trajo desde Francia hace más de 40 años a la zona. Las cepas están ubicadas en el Paraje del Camino Real, y por sus características, tanto de tipo de racimo como de vid, se adaptaron de manera excepcional a los terruños pedregosos de la región.
El vino es embotellado tras una breve crianza de 2 meses sobre sus lías finas.
De color amarillo pálido y destellos verdosos, posee los Característicos aromas varietales como la lima, la hierba y las flores blancas, así como a fruta de hueso e hidrocarburo. También muestra notas de fruta tropical como la piña y la fruta de la pasión.
En boca, muestra una acidez que aumenta la sensación de frescor y acentúa sus sabores cítricos y tropicales. De cuerpo medio, resulta fresco, deja en el paladar un agradable recuerdo floral y minera.