Es un whisky compuesto por una cuidadosa mezcla de tres maltas de las destilerias Glenfiddich, Balvenie y Kininvie en pequeños lotes o “small batches” que son combinadas con maestría para crear este delicioso whisky.
De color cobrizo y aromas dulces a mermelada, crema catalána, cacao, malta y especias que le aportan un toque personal ( clavo, nuez moscada).
En boca es ámplio y cremoso con un sabor intenso a clavo, bayas, miel y mantequilla. Su final es medio con notas balsámicas mentoladas y cítricas a naranja.
Aunque es un whisky que bien se puede disfrutar sin mezclar esta muy orientado a la coctelería por los matices personales que aporta en cada mezcla.