Invierno muy frio, con dos días que bajaron de -9ºc. El verano fue muy cálido, especialmente junio y julio, con tres olas de calor que marcaron la añada con récords históricos de temperatura máxima. La primavera templada libre de heladas. Invierno seco, primavera con suficientes lluvias para la vid, y verano muy seco. Fue un año climatológicamente perfecto, para la vid en la Ribera del Duero. La vendimia, temprana, comenzó el 28 de septiembre con el Malbec y finaliza el 23 de octubre con el Cabernet Sauvignon.
12 meses en barrica de roble francés de 225l, de distintos bosques.
En bodega el movimiento de uva es por gravedad, sin uso de bombas, con suavidad. La uva llega despalillada y entera al depósito.
Presenta un color cereza picota, con ribetes granates intensos.
En nariz es complejo, destacando gran madurez de frutillos rojos acompañado de muchos balsámicos y regaliz rojo. Un perfil más atlántico de notas terrosas y minerales.
En boca presenta una acidez jugosa, bien estructurado, excelentes taninos suaves y maduros, maderas aromáticas de cedro, y ligero amargo final que lo hacen largo y complejo, vino con vida por delante.