Todas las uvas que intervienen en la elaboración del Gran Reserva de Marqués de Riscal provienen de viñedos de más de 80 años. Después de la fermentación en inoxidable, se catan los distintos lotes por separado y el corte definitivo recibe una crianza de dos años y medio en roble francés, más otros tres de reposo en botella antes de conquistar los mercados.
Color picota con reflejos violáceos y bordes de tonos teja. En nariz es complejo y balsámico, con los aromas de larga crianza imponiéndose con sutileza a los frutales; recuerdos a sotobosques, trufas y maderas tostadas. En boca es armónico, cautivador y elegantemente tánico. Final persistente, aristocrático y especiado.